Corría el año 76 cuando por primera vez llegué al JoséGranda. Entonces era sólo un gran colegio rodeado depistas de tierra por donde transitábamos sorteando elpolvo, las piedras y los perros. La librería Homenkisya funcionaba como casi exclusiva del colegio y en susvitrinas exhibía fotos de un antiguo color sepia, endonde se veían promociones pasadas, con muchachos deuniformes caqui y quepí militar, que posaban conbigotes y corbata desaliñada para la foto que lospreservaría como detenidos en el tiempo para siempre.En medio de aquellas olvidadas promociones, vi porprimera vez la insignia del José Granda. Como lamayoria de alumnos, provenía de alguna escuelitaprimaria que no se podía comparar con aquella humildepero inmensa Gran Unidad Escolar. Sólo esadenominación nos impresionaba y más aún ver el tamañode nuestra nueva casa de estudios. Era una nueva etapade nuestras vidas en la que dejábamos la primaria paraentrar en ese tan temido y ansiado nivel de lasecundaría en donde nos convertiríamos en hombres. Laprimera vez que vestí el uniforme con aquel distintivoazul rojo y blanco en el pecho me sentí diferente,como si aquel pedazo de mica que apenas se sujetaba ami chompa con unos mal puestos broches, me infirieraun rango que los demás estudiantes del Chimpu, del Fey Alegría, del Guadalupe no poseían. Era un grandino. Nunca olvidaré el orgullo que sentíamos al desfilarretumbando las pistas de la Avenida Perú, cada 28 dejulio, en el que el Granda cerraba los desfiles,mientras la gente, nuestras madres, y los niños seagolpaban para vernos, con una mirada de admiración yasombro ante nuestra postura, nuestra fuerza, laimponente banda de guerra y el decidido paso denuestros batallones, mientras que por losaltoparlantes el locutor anunciaba casi a gritosnuestro paso, tan emocionado y orgulloso como nosotrosde aquel colegio que entonces era el mejor de SanMartín de Porres.Hoy con tristeza vi que el colegio que representó anuestro distrito en la parada militar era otro. Nopermitamos que también nuestra identidad se nosarrebate. No dejemos que el polvo del olvido y laindiferencia borren lo que el polvo que lo rodeabahace años no logró. La verdadera identidad no es lafísica, sino aquella que se siente adentro. Y lainsignia del José Granda no es sólo un pedazo deplástico trepado en nuestro pecho. Es la historia degeneraciones enteras de jóvenes que se enorgullecieronde ese símbolo y lo llevaron con orgullo durante añosimportantes de su juventud. un hombre sin identidad esun hombre sin pasado. Y si aquellos que nos sentimosorgullosos de haber cohabitado las aulas del JoséGranda no queremos olvidar esa etapa de nuestrasvidas, no nos quiten un símbolo que nos hacecompañeros, hermanos, protagonistas de una historiaque nadie nunca podrá borrar de nuestros corazones.
Pepe OlayaPeriodista del Diario La RepúblicaGrandino - Promoción 1980.

La Asociación Grandina se solidariza con nuestro pueblo que sufrió un debasastador terremoto el 15 de agosto del 2007, principalemente a nuestros hermanos del sur chico como es Pisco, Chicha, Cañete, e Ica que lo perdieron todo incluso a algunos seres queridos

¡¡¡FUERZA HERMANOS...FUERZA PERÚ!!!

Asi mismo les comunicamos que la Asociación Grandina ya se inscribió en los Resgistros Públicos por ende tenemos Personería Jurídica y están abiertas las inscripciones para "Socio Fundador" y "Socio Activo". Esperamos pronta comunicación

¡¡¡GRANDINO NUESTRA MENTE Y CORAZÓN...!!!


PD: ASAMBLEA GENERAL DE EX-ALUMNOS 9 DE SETIEMBRE , 10:00 am EN EL COLEGIO (cualquier cambio ver en el mural del colegio, que es nuestra pizarra, en ambas esquinas : av.Lima y av. José Granda)